sábado, 3 de abril de 2010

Infieles Anónimos. Diario de un Amante: Testimonio de una Gran Pasión.

Obra literaria escrita por el famoso escritor Franz Merino. Infieles Anónimos es un Ebook de autoayuda para los matrimonios que están en crisis. Este libro da origen a la creación de grupos de personas que buscan solucionar sus problemas de infidelidad con su pareja o cónyuge. Aquí encontrará cómo recuperar su matrimonio y cómo olvidar a su amante. Está presente todo el testimonio de una «Gran Pasión», es el diario de un amante; y dónde y cómo logró superar ese adulterio y así recuperar su matrimonio y el amor de su hija. Es recomendado para mayores de 18 años, pues tiene contenido erótico.

Depositas $25 a la cuenta corriente del escritor ecuatoriano y listo. ÉL TE DARÁ EL URL PARA DESCARGARLO O TE LO ENVIARÁ DIRECTAMENTE VÍA E-MAIL.

Valor $25 por la DESCARGA o envío DIRECTO a su correo.

Puede llamar para mayor información al:
Tel. (04)2342410
Celular: 084789354
También puede escribir a:
franzmerino@hotmail.com
franzmerino@gmail.com

Guayaquil, Ecuador.
¡Es un libro excelente!
¡Cómprelo, ya!

2 comentarios:

  1. Cuando me propuse escribir este libro de autoayuda jamás supe que estaría sentado al mismo tiempo en el banquillo de los acusados, en una butaca del jurado y en la silla del Juez. Soy culpable de muchas transgresiones, pido condonación por ello, me perdono por lo mismo y sentencio mi absolución.

    Solicito a Dios me beneficie con la Serenidad, me provea siempre el Valor, me otorgue mientras avanzo en el camino la Sabiduría y continuamente me entregue el poder de la Decisión.

    Para todos los miembros de infieles anónimos, va este libro.

    Franz Merino

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  2. Lo bello y lo feo.

    Qué bello sería no tener que dar explicaciones,
    hacer lo que me dé la gana...
    Escribir a las ocho o a las doce y por qué no:
    levantarme a las tres y proseguir... dormir a las seis o
    escoja mi cansancio la hora de acostarme…
    y de levantarme cuando realmente me provoque hacerlo;
    trabajar y encontrar trabajo cada vez que lo necesite;
    comer lo que me antoje... que no midan mis calorías,
    o frenen el rebose de la espuma de un vaso de cerveza,
    dejar que moje mi mesa unas cuantas más…
    arrojarme sobre el sofá y alzar el volumen de mi computadora
    mientras veo fotos de hermosas mujeres pasar y
    componer mi protector de pantalla…
    Ponerme de pie y empujar el mouse hacia donde dice
    digite su “contraseña” sea lógica o ilógica…
    contraseña que la mía guarda mi ego…
    y encontrarte incondicionalmente ahí…
    Me pregunto por qué la contraseña tiene
    que guardar algo de nosotros…
    Por qué la contraseña debe de ser no un simple número…
    o un simple símbolo… o algo sin importancia… ¡Claro!...
    ¡Pero, no! Debe ser algo que tenga un trozo
    del sentido de nuestras vidas…
    Qué bello sería recostarme en el sofá ebrio…
    y decir con fuerza ¡te necesito!… ¡ven, ya!
    Qué bello sería tener tu respuesta
    no en ira, no en la violencia
    sino con tu lengua que golpea mi falo…
    En vez de curar mi intoxicación
    provoques en mí el desafuero erótico,
    tus manos aprieten a mi tronco endurecido,
    tus senos bofeteen a mi rostro…
    tus nalgas me griten que las coja…
    y tu vagina como siempre… me provoque una explosión…
    el anhelado “Big Bang”…
    Qué bello sería: no rendir cuentas…
    Qué bello sería ser libre en su momento…
    de todos los escrúpulos… de todos los prejuicios…
    de todas las necedades… de algunos quehaceres…
    de distancias físicas… de las mentales…
    Qué bello sería no amar… y ser feliz sólo poseyendo…
    Qué bello sería que todas mis lectoras se conviertan en mis “fans”;
    qué bello sería que entre ellas acuerden, propongan, salgan
    y yo escoja y otorgue el turno entre las más bellas
    y fogosas y cariñosas y consentidoras amantes…
    Qué bello sería causarte orgasmos apenas te mire…
    apenas te toque… apenas te acaricie…
    Qué bello sería introducirte para siempre a mi mundo
    y yo entrar al tuyo sin avisar…
    Qué bello sería… hacer con mi vida lo qué me apetezca…

    Pero qué feo sería vivir sin culpa, sin razón, sin rutinas,
    sin espontaneidades… sin responsabilidades… sin dolor…
    sin locuras… sin penetrarte a ti: Magdalena de Acuario…
    Qué feo sería no tener a quien amar.
    Qué feo sería no desear a quien amamos…
    Qué feo sería… entregar el corazón y no ser aceptado…
    Qué bello sería recibirlo y aprender a amarlo…
    Qué feo sería no recordar jamás tu cumpleaños…
    Qué bello sería hacerte siempre dichosa esos días…

    Felices sean todas tus mañanas,
    tus tardes y tus noches,
    llena con mis recuerdos húmedos: ¡vida mía!…

    Franz Merino
    http://www.franzmerino.com

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