El problema de la amante es que no conoce el todo ni la
nada.
Yo lo tuve todo, y ahora no tengo nada.
La amante solo percibe el inicio de un final
y se cree el gran mármol de Carrara, deseando ser esculpida.
Y, capaz de moler con todo su peso el todo del traidor.
Pisa flores, nunca la tragedia.
El amado muere y se resiste en cada reconstrucción
inconcreta.
En un oído: un poema en construcción,
versos cargados de mentira,
adornados con la dulce traición.
En el otro:
la resistencia del olvido.
Un poema cayendo como papel de examen mal hecho,
con esfero y lápiz, juntos rotos, directo a la basura…
sin cicatrizar, expulsado de navidad y cumpleaños;
sin olvido del amoroso latido ni de la saliva... ni del
pañal.
Autor: Franz Alberto Merino Dávila
#franzmerino
Escritor y poeta guayaquileño-lojano.