miércoles, 21 de abril de 2010

http://www.facebook.com/infieles.anonimos

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UNOS OJOS DICEN MUCHO, OTROS NO DICEN NADA.


La última vez que supe de Piscis
estos pensamientos traía:
“Los ojos lo dicen todo”, y
“Los ojos son el espejo del alma”.
¿Veamos, cuán cierto es esto, Acuario?
Existen ojos hermosos
en cuerpo de reina
protegiendo una bella alma.
Existen hermosos ojos
en cuerpo de reina
conteniendo una perversa alma.
Existen ojos románticos,
ojos tiernos, ojos claros,
ojos negros, rostros ausentes de ellos…
Ojos indios, ojos asiáticos,
ojos albinos, ojos mestizos,
grandes y pequeños.
Ojos propios de los cinco continentes.
Ojos de hombres buscando hombres,
ojos de mujeres buscando mujeres,
ojos de niños queriendo ser niñas
y ojos de niñas soñando ser niños.
Ojos perturbados,
ojos serenos.
Ojos llenos de gloria
y otros rebosan la derrota.
Ojos llenos de terror,
otros destilan paz.
Ojos mentirosos,
otros verdaderos.
Existen ojos sanos,
otros enfermos…
Ojos sonrientes,
otros nostálgicos.
Ojos jóvenes,
ojos viejos.
Ojos muy cansados
y otros muy despiertos.
Existen ojos apasionados
y otros carentes de ello.
Unos ojos románticamente acarician,
otros detestablemente rechazan.
Existen ojos esperando otro cuerpo,
existen cuerpos esperando otros ojos.
Existen cuerpos deseando otros ojos,
existen ojos deseando otro cuerpo.
Hay ojos cerrados aún estando abiertos
y ojos abiertos deseando estar cerrados…
Existen ojos conspiradores
y otros leales.
Unos ojos dicen mucho,
otros no dicen nada.
Unos otorgan,
mientras otros suplican.
Unos ojos son amigos,
mientras otros son enemigos.
Existen ojos que ptotegen y
otros que delatan.
¿Cuán seguro ahora estás de mis pensamientos?
Lo que sí te recalco y atestigua el cielo:
tenía mis ojos chinos sólo para tus cafés gitanos…
y te lo decían todo… te lo expresaban todo.
¡Tú lo sabías!... Te adoraban mis ojos:
yo te lo daba todo.
Tú los heriste con la traición
y los cegaste con tu partida.
Porque los míos, sin el reflejo de los tuyos: ¡morirían!
¡Sí!… su hora les llegó… Dejaron de existir…
¡Para qué tenerlos si les quitaste la pasión,
retiraste todos sus anhelos,
opacaste su brillo amante!…
Tú, hurtaste todas sus lágrimas.
Tú, apartaste su amado rostro.
Tú, les quitaste… su vida.
Tú le impediste a Piscis de su aliento…
le vaciaste toda su deseada agua.
Apartaste su tan esperada gemela alma…
Tus ojos ya no me miran…
Tus ojos sólo asesinan:
ya no me poseen ni me miman.
Mi muerte la sentenciaste con tu reiterada despedida:
¡Está legalizada, aceptada… y confirmada!
¡Qué mortal es tu mirada…!
¡Qué dura verdad, es la mía!...
Acuario, por esto ahora digo:
¡Hasta siempre mi vida!

FRANZ MERINO
(inspirado en el e-book: Infieles anónimos. Diario de un amante: testimonio de una gran pasión.
http://www.franzmerino.com

domingo, 11 de abril de 2010

Cantera de Mármol y Cantera de Piedra

Cantera de Mármol y Cantera de Piedra
En aquellos días de aventura, el ingenuo y bendecido Acuario siendo un escultor de ángeles, había vislumbrado a lo lejos una atractiva montaña, en un inhóspito paisaje andino.
Pero el gusto por lo desconocido lo incitó a buscar ese destino… Sin importar los riesgos emprendió viaje y olvidó su sólido idilio.
Encontró ahí un material grisáceo y en sus faldas circulaba un río; diferente al que encontraba en su cantera de mármol blanco allá en Carrara. Era más pesado y muy duro, lo denominó La Roca del Río. Sin pensarlo dos veces, se puso a esculpirla.
El material al no ser tan blando como lo acostumbrado, le costó mayor esfuerzo lograr una figura más compleja frente a sus acostumbradas divinidades… Labró, entonces, un pez y por nombre le puso Piscis… Permanecía extasiado con su obra: un pez gris… y al lado su río.
¡Qué mágico se veía!...
Pasaron varios días, quizá semanas e incluso meses: al ser un concepto el tiempo no lo sentía su pasar, pues aquella escultura lo tenía hipnotizado.
Pensó por un momento otorgarle más vida, más acicalados detalles.
Cuanto más probaba suertes con la Roca, más fracturas con el pasar de los días tenía…
Nadie era testigo de las horas intensas de trabajo y de lo que permanecían juntos. La figura comenzaba a destruirse y volverse agreste… Empezó a tomar forma de Medusa antes que de bello Salmón…
El escultor muy solo se sentía, pues no había turistas ni persona alguna fuera de él que admirara su creación y lo motivará a seguir en tan artística labor… permanecían como escondidos en esa falsa libertad…
Pensó entonces, que algo urgente debía de hacer…
Con las piedras aledañas hizo peces más pequeños, deseando simular o construir una familia… “su naturaleza muerta”.
Realmente lo logró… construyó siete peces cuyo tamaño variaba como los tubos de un rondador. Fue fácil para él asignarles nombres, le puso a cada uno el nombre de un día de la semana. Así podía mantener de alguna manera su ubicación en el tiempo…
Pero el pez que más le gustaba era definitivamente “Viernes”… luego le seguía “Sábado” y “Domingo” muy ligeramente debajo; ciertos detalles matemáticos fuera del tamaño los distinguía sobre sus otras creaciones…
Fue precisamente un día viernes, recostado sobre la pampa llena de rocío, cuando empezó a hablar con aquella piedra mayor; sí la más grande: Piscis. Le solicitó que por favor le ayude o le mande una señal natural para seguir mejorando su creatividad o sosteniendo aún más su relación entre el artista y su obra. Pero, Acuario, no recibió respuesta alguna… más que sólo ese despreciable y prolongable… “silencio”… La Roca sólo recibía en abundancia su talento y no le entregaba más que compañía fría y oído sordo a su parlamento.
Ahí es cuando Acuario despierta de ese sueño ermitaño, y se da cuenta que toda esa serie de “estatuas” no era más que la representación teatral de su añorada y sagrada familia: el grito silencioso y subliminal de su gente…
¡Sí! Él tenía familia, y por poco pierde sentido su vida e incluso pensó cambiar definitivamente su rumbo por algo que no “valía tanto” ni se podía “exhibir libremente” por la ciudad como sus propios “Ángeles” poseedores de una “belleza extrema”, beneficiarios de asombros y alabanzas por cuanto caminante nacional y extranjero los observaba con mucha complacencia… Vivas y sinceras felicitaciones, engalanaban a la gloria de su creador.
Como hombre inteligente decidió volver a su nido…
Pensar por un momento que él deseo vivir continuamente apartado y al lado de esa obra gris… Sin darse cuenta que tenía algo más bello, más natural, más perfecto, más amado, muy blanco, sin matiz oscuro, en su reconocido hogar y destacado municipio…
Hubiera sido un gran error… ¡mortal equivocación!...
Así es la infidelidad: soledad absoluta, egoísta, oscura, escondida, quebradiza y ruda… sin reconocimiento alguno…
(Inspirado en la obra: “Infieles Anónimos. Diario de un amante: testimonio de una gran pasión”. Adquiérala a través de http://www.franzmerino.com)
Franz Merino

martes, 6 de abril de 2010

Lo bello y lo feo.


Qué bello sería no tener que dar explicaciones,

hacer lo que me dé la gana...

Escribir a las ocho o a las doce y por qué no:

levantarme a las tres y proseguir... dormir a las seis o

escoja mi cansancio la hora de acostarme…

y de levantarme cuando realmente me provoque hacerlo;

trabajar y encontrar trabajo cada vez que lo necesite;

comer lo que me antoje... que no midan mis calorías,

o frenen el rebose de la espuma de un vaso de cerveza,

dejar que moje mi mesa unas cuantas más…

arrojarme sobre el sofá y alzar el volumen de mi computadora

mientras veo fotos de hermosas mujeres pasar y

componer mi protector de pantalla…

Ponerme de pie y empujar el mouse hacia donde dice

digite su “contraseña” sea lógica o ilógica…

contraseña que la mía guarda mi ego…

y encontrarte incondicionalmente ahí…

Me pregunto por qué la contraseña tiene

que guardar algo de nosotros…

Por qué la contraseña debe de ser no un simple número…

o un simple símbolo… o algo sin importancia… ¡Claro!...

¡Pero, no! Debe ser algo que tenga un trozo

del sentido de nuestras vidas…

Qué bello sería recostarme en el sofá ebrio…

y decir con fuerza ¡te necesito!… ¡ven, ya!

Qué bello sería tener tu respuesta

no en ira, no en la violencia

sino con tu lengua que golpea mi falo…

En vez de curar mi intoxicación

provoques en mí el desafuero erótico,

tus manos aprieten a mi tronco endurecido,

tus senos bofeteen a mi rostro…

tus nalgas me griten que las coja…

y tu vagina como siempre… me provoque una explosión…

el anhelado “Big Bang”…

Qué bello sería: no rendir cuentas…

Qué bello sería ser libre en su momento…

de todos los escrúpulos… de todos los prejuicios…

de todas las necedades… de algunos quehaceres…

de distancias físicas… de las mentales…

Qué bello sería no amar… y ser feliz sólo poseyendo…

Qué bello sería que todas mis lectoras se conviertan en mis “fans”;

qué bello sería que entre ellas acuerden, propongan, salgan

y yo escoja y otorgue el turno entre las más bellas

y fogosas y cariñosas y consentidoras amantes…

Qué bello sería causarte orgasmos apenas te mire…

apenas te toque… apenas te acaricie…

Qué bello sería introducirte para siempre a mi mundo

y yo entrar al tuyo sin avisar…

Qué bello sería… hacer con mi vida lo qué me apetezca…

Pero qué feo sería vivir sin culpa, sin razón, sin rutinas,

sin espontaneidades… sin responsabilidades… sin dolor…

sin locuras… sin penetrarte a ti: Magdalena de Acuario…

Qué feo sería no tener a quien amar.

Qué feo sería no desear a quien amamos…

Qué feo sería… entregar el corazón y no ser aceptado…

Qué bello sería recibirlo y aprender a amarlo…

Qué feo sería no recordar jamás tu cumpleaños…

Qué bello sería hacerte siempre dichosa esos días…

Felices sean todas tus mañanas,

tus tardes y tus noches,

llena con mis recuerdos húmedos: ¡vida mía!…

Franz Merino

http://www.franzmerino.com

sábado, 3 de abril de 2010

Infieles Anónimos. Diario de un Amante: Testimonio de una Gran Pasión.

Obra literaria escrita por el famoso escritor Franz Merino. Infieles Anónimos es un Ebook de autoayuda para los matrimonios que están en crisis. Este libro da origen a la creación de grupos de personas que buscan solucionar sus problemas de infidelidad con su pareja o cónyuge. Aquí encontrará cómo recuperar su matrimonio y cómo olvidar a su amante. Está presente todo el testimonio de una «Gran Pasión», es el diario de un amante; y dónde y cómo logró superar ese adulterio y así recuperar su matrimonio y el amor de su hija. Es recomendado para mayores de 18 años, pues tiene contenido erótico.

Depositas $25 a la cuenta corriente del escritor ecuatoriano y listo. ÉL TE DARÁ EL URL PARA DESCARGARLO O TE LO ENVIARÁ DIRECTAMENTE VÍA E-MAIL.

Valor $25 por la DESCARGA o envío DIRECTO a su correo.

Puede llamar para mayor información al:
Tel. (04)2342410
Celular: 084789354
También puede escribir a:
franzmerino@hotmail.com
franzmerino@gmail.com

Guayaquil, Ecuador.
¡Es un libro excelente!
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