VICTORIA SIN GUERRA NI BATALLAS.

VICTORIA SIN GUERRA NI BATALLAS.

¡Abrázame, por favor, abrázame!
Coloca tus manos sobre mi espalda; 
tu boca deposite un “hazme tuya” en el oído.

¡Abrázame, por favor, con ahínco!
Permíteles a tus uñas escribir en mi espalda;
luego lo transcribiré en bello poema para ti.

¡Déjame abrazarte, por favor!
Avanzarán mis dedos sobre tu tersa espalda;
mis labios recorrerán sin apuro lo de mis manos.

¡Permíteme abrazarte, apretando tus senos!
Otórgales "paso libre" a mis lascivos dientes,
 grabarán marcas apasionadas en tus nalgas.

Abrazar   todos tus fogosos lados,
es proclamar la victoria sin guerra  ni batallas,
es alcanzar la gloria en  exquisitas  horas de paz.

Franz Merino

Inspirado en la obra: “Infieles Anónimos. Diario de un amante: testimonio de una gran pasión”. ¡Adquiérala, ya!

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AGUA PARA DOS.

AGUA PARA DOS.

Pronto lloverá el tiempo por nuestro cercado destino,
dejará caer algunas gotas para los dos.
Al recibir esas horas de ti y de mí dependerán disfrutarlas al máximo;
hacerlas interminables y bebibles como un puro manantial de pasión.
Gotas de tiempo que las gastaremos liberando a nuestros cuerpos;
sus cadenas temporalmente no existirán; tampoco  los prejuicios;
mi frenesí llenará tu  virginal pozo con amor y gozo hasta el rebozo;
tu frenesí llenará  a mi baúl de imágenes con gritos y gemidos extasiados.

Pronto lloverá el tiempo por nuestro vedado destino,
dejará caer algunas gotas románticas para los dos.
Pronto lloverá el tiempo por nuestro quimérico destino,
y nos dirá: ¡tomen ese tiempo, es sólo para los dos!
Pronto lloverá el tiempo y mojará nuestro prohibido destino;
nuestros cuerpos humedecerán y no desearán secarse.
Pronto lloverá el tiempo sobre nuestro destino,
dejará caer grandes gotas  de ¡vida y delirio!

Pronto retornará aquella lluvia que después ¡no!  presenta al Sol.
Nos dejará felicidad ¡sí!,  pero también nostalgia;
mucha añoranza; impunes  nos devolverá a nuestros destinos.
Esta lluvia no provoca escampar sino sentirla a plenitud;
bailar con ella completamente desnudos hasta  entrar en erótico trance.
Pronto nos bañará ese sudor y viviremos el desahogo y el descontrol.
Pronto Piscis recibirá aquellas gotas ansiadas por su boca y sus senos.
Dios lo permitirá, nos acercará y unirá; luego Él mismo otra vez decidirá…
  
¡Pronto!… Pronto, tocará de nuevo esperar ese tiempo: ¡agua para dos!

Franz Merino

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DICIEMBRE

DICIEMBRE

¡Oh, gracias Dios! ¡Mi plegaria fue escuchada!
¡Yo te  pedí!… ¡Yo lo pedí!
Mi cuerpo no estaba cansado de esperar.
Mi corazón no estaba muerto.
Mi mente  lo había pedido sin percatarse:
debía ser él,  un gran apasionado, mi joven amor.
Mis manos vírgenes deseaban tocarlo sin permiso.
Freud lo condenó a vivir en mi  subconsciente;
ahí descansaba  y con él un río andino transparente,
su agua fría traía recuerdos tibios no consumados.

¡Oh, gracias Dios! ¡Mi deseo fue otorgado!
¡Yo te lo pedí!... ¡Tú me lo entregaste!
Mi cuerpo se revitaliza.
Mi corazón premiado palpita más por ti.
En mi frente  estaba y estará su nombre escrito;
un libertino, humanista, rebelde ardiente,
justo protestante, revolucionario y poeta del amor.
A mis manos ya se les concedió el erótico poder.
En un diciembre mis dedos sintieron a mi Acuario… 
empezó  la Navidad inmortal de un inmenso amor.
Mi amor de juventud ahora es mi presente.
¡Oh, gracias Dios! ¡Ahora su desnudo me hace feliz!
¡Gracias, Dios, por ese diciembre que es mí febrero!
¡Un bello diciembre… prohibido no amarlo!

Franz Merino

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