DENTRO DE ELLA NO HAY SALIDA
¿¡Alguna vez has entrado totalmente dentro de una mujer!? ¿¡No como huésped, sino como esclavo!?
Entrar en su cuerpo es como abrir el clóset y dejar colgado para siempre tu corazón y tus dinámicos latidos.
¿¡Has deseado tanto besarla que, cuando sucedió, te ahogaste respirando dentro de sus labios y le dejaste tu último suspiro!?
Tanta es la asfixia cuando uno ama que nuestras palabras caen en el abismo de su silencio sin importarnos el eco.
¡No importa!; si hay dolor para los dedos al quemarse recorriendo todo el mapa venoso de su sistema: ¡es nuestra estrella!
El amor por ella fraguó en mi memoria solo su impactante sonrisa y anuló las otras hermosas, sin pena.
Yo acaricio sus plumas, delineo sus formas y sus ojos: ¡es mi cisne blanco!
Su boca es sutil y bella; entrada a su lago, sin posibilidad de salida, una vez visto su tesoro nadando en su profundidad.
Franz Alberto Merino Dávila
2025
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